domingo, 9 de noviembre de 2025

España Estado colonialista, no Madre Patria

 

España Estado colonialista, no Madre Patria

anto Domingo fue la primera provincia española establecida en América. La colonización de nuestra isla, se lleva a cabo entre 1492-1504. Estuvo casi trescientos años en posesión de España.

En 1494 se instala el primer Ayuntamiento en el Nuevo Mundo, en La Isabela.
Santo Domingo se convirtió en el centro de operaciones de los colonizadores españoles en su ruta hacia la conquista de América.

Fue sede de Virreinato de las Indias hasta 1535 en el que le fue abolida la categoría de Virrey a los herederos de Colón.

De 1535 a 1801 fue una capitanía general dependiente del Virreinato de la Nueva España.
La Real audiencia y Cancillería real de Santo Domingo, fue el primer tribunal español en el nuevo mundo, creada el 5 de octubre de 1511 no se puso en funciones hasta que fue restablecida por una real cédula el 14 de septiembre de 1526. Tuvo una jurisdicción absoluta sobre el nuevo mundo, pues abarcaba, «todas las villas y lugares de todas las dichas Islas e Indias e Tierra Firme del Mar Océano».

A medida que surgían nuevas colonias se va modificando su jurisdicción, al crear otras audiencias en regiones que por sus riquezas van cobrando mayor interés para la Corona.
Durante el siglo XVI, la ciudad de Santo Domingo estaba a la par con las más hermosas ciudades europeas de la época, fundaron la primera universidad del nuevo mundo y erigieron una catedral.

El agotamiento de los recursos auríferos, las riquezas del Perú, de la Nueva España, la inseguridad de la isla atacada por piratas y filibusteros, hicieron que la isla se despoblase poco a poco.

Santo Domingo fue sacada de las rutas de comercio. A partir de ese momento, las flotas arribaban a Puerto Rico de España, hacían escala en la isla de Guadalupe para reabastecimiento.
Seguían a Cartagena y al del Virreinato del Perú, a la Nueva España, Puerto de la Vera Cruz, y de ahí regresar a España protegido por el fuerte militar de La Habana.

El siglo XVII fue una época difícil para Santo Domingo.

La miseria y la pobreza se extendieron por toda la isla, y la vida cotidiana se caracterizaba por la precariedad y la penuria.

La hambruna, las enfermedades y las guerras, causaron una drástica reducción de la población.

La guerra de Españas con otras naciones europeas tuvo un impacto negativo en la isla, con ataques de piratas y corsarios que aterrorizaban a los habitantes.

En esos años, la isla sufrió una serie de desastres naturales, tales como terremotos y huracanes, que devastaron la población y la economía.

Durante el siglo XVIII la colonia fue prácticamente abandonada a su suerte, aislada viviendo en la autarquía, únicamente comerciando con la colonia vecina de Saint Domingue.

En 1795. Mediante el tratado de Basilea la colonia es cedida a Francia, quien toma posesión en 1801.

En 1809, los criollos de Santo Domingo le hacen la guerra a Francia, que abandona Santo Domingo, que es de nuevo territorio de España, gracia a la cesión de la soberanía por parte de quienes ostentaban el poder.

Santo Domingo pasó doce años, como colonia indeseada y desatendida de España, esta vuelta a la soberanía española, fue más nominal que real, ya que el reino ibérico no se involucró realmente en los asuntos de la colonia.

Este raro periodo histórico se conoce como la España Boba no significó el bienestar soñado por los promotores de la anexión a España.

En 1844 nace el Estado independiente República Dominicana.

Las constantes gestiones de Santana y Báez, en pro de obtener la protección directa o indirecta de alguna potencia acentuaron la rivalidad en torno a la República Dominicana entre las potencias con mayores intereses en las Antillas.

Desencadenando una dinámica de influencias donde estas naciones intentaban mantener el control, en unos casos, o hacerse con él en otros.

Entre 1853 y 1854, los Estados Unidos trataron de negociar una vía para establecer un imperio antillano con posesiones y República Dominicana.

España se había desentendido de su antigua colonia de Santo Domingo desde principios del siglo XIX.

Las presiones de los Estados Unidos sobre Cuba y Puerto Rico y las negociaciones para anexar RD a los Estados Unidos o, al menos, arrendarle la bahía de Samaná, fueron factores que incrementaron el interés geoestratégico de Santo Domingo, para España.

República Dominicana y España establecieron relaciones en 1855, España había perdido sus colonias en América y sólo conservaba Puerto Rico y Cuba.

Las relaciones entre República Dominicana y España se inician con el Tratado de reconocimiento, paz, amistad, comercio, navegación y extradición de fecha 18 de febrero de 1855, mediante el cual España reconoció oficialmente la existencia de la República Dominicana como Estado independiente.

Este tratado contenía cláusulas que otorgaban a un protectorado de facto sobre el país, la presión de los Estados Unidos, impidió su total aplicación.

El establecimiento en República Dominicana de una representación consular facilitó la injerencia española en las cuestiones internas del país, en tal magnitud que, en 1856, el cónsul español se involucró para que Pedro Santana, dejará el poder y Buenaventura Báez asumiera la presidencia.

En 1861, se produce la anexión a España que termina en 1865, tras una oposición generalizada a la misma.

El desconocimiento por las autoridades dominicanas del Pacto del Carmelo, firmado para poner fin a la anexión, el cual contenía clausulas en la que España reconocía una independencia tutelada de República Dominicana, que se comprometía a «no enajenar el todo ni parte de su territorio a ninguna nación, ni pueblo, ni establecer ningún convenio que perjudique los intereses de España, en sus posesiones de las Antillas, sin la intervención y el consentimiento del gobierno español».

Esto provocó la ruptura de negociaciones entre ambas naciones y al aumento del clima de tensión y disputas.

El contexto antillano y la urgencia de España en defender sus intereses coloniales, provocó que España renunciara a ciertas exigencias y el 14 de octubre de 1874, República Dominicana y España reanudan sus relaciones mediante la suscripción de un nuevo Tratado, cuya denominación y contenido es casi idéntico al que había sido suscrito en 1855, que puso fin a las diferencias que habían existido entre ambos países.

En ese tratado se acuerda entre otras cosas, el control de las actividades anti españolas de cubanos y puertorriqueños en Santo Domingo.

A España le preocupaban las actividades del exilio cubano y puertorriqueño en República Dominicana, que contaban con mucho apoyo en República Dominicana. En cuya cabeza estaba el líder Restaurador Gregorio Luperón, quien era partidario de la creación confederación antillana con Cuba y Puerto Rico.

Con este objetivo, dominicanos, cubanos y portorriqueños fundaron la asociación La Antillana.
España presionaba al gobierno dominicano, logrando restricciones de actividades y cierre de periódicos.

En el último cuarto del siglo XIX, las relaciones entre la Republica dominicana y España no tuvo categoría diplomática, sino consular, hasta 1889.

En 1948 la legación diplomática, se transformó en Embajada.

Por Carlos Checo Estrella

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