lunes, 28 de agosto de 2017

El Café: Cultura, Economía y Medio Ambiente




El Café: Cultura, Economía y Medio Ambiente
 Imagen relacionada


Ing Carlos M. Checo Estrella

En República Dominicana se cultiva el café, en cuatro sistemas montañosos del país: Cordillera Central, Cordillera Septentrional, la Sierra de Neyba y la Sierra de Bahoruco, usualmente en elevaciones que oscilan entre 300 y 1,500 metros sobre el nivel del mar.

Se tienen datos escritos que hablan de la llegada del café a la isla de Santo Domingo en el año 1735. Procedente de Martinica. Empezando a cultivarse en la parte Oeste, y luego llegar al territorio Este.

Este rubro juega un papel social, económico y ambiental de muchísima importancia para el país. Su cultivo representa el sustento de unas 60,000 familias que cultivan café y el empleo directo de unas 200,000 personas que dependen del café en la economía dominicana.
El consumo de café en nuestro País ronda los 500,000 quintales de café al año.

 Las plantaciones de café están enclavadas en zonas montañas donde nacen las principales fuentes acuíferas del país, ocupando el 14% de la cobertura boscosa del territorio dominicano, una de las ventajas ambientales del café es la conservación del suelo, captura de carbono la conservación de la biodiversidad, entre otros.

Las zonas cafetaleras del país se han reducido considerablemente en los últimos años.
La mayor pérdida de tareas cultivadas, ha ocurrido en los últimos diez años; de los 2.2 millones de tareas dedicadas al cultivo del café en los años 80 y 90 actualmente se cultivan aproximadamente 1.6 millones.

Factores como la depresión de los precios internacionales, el fuerte impacto de Enfermedades como la roya, han traído una considerable merma en la producción de café.

Un factor con alta incidencia en la problemática cafetalera en el País, es que el parque cafetalero es muy viejo, pasa de 80 años.
Unos cafetales descuidados, mal nutridos, sin manejos adecuados de sombra y con plantas muy viejas, no pueden tener buena productividad y puede ser afectado con mayor facilidad por plagas y enfermedades.

La insuficiencia de recursos impide que los pequeños productores manejen correctamente sus plantaciones.

Es significativo que uno de los tradicionales rubros otrora bandera de exportación, con un importante aporte en divisa, haya pasado a ser un producto de importación con el impacto negativo nuestra deficitaria balanza de pagos.

El descalabro de la producción cafetalera agudiza el problema medio ambiental, la merma en las plantaciones han producido perdida de cobertura boscosa en las cuencas hidrográficas.

Esta situación afecta a pequeños productores, que representan entre un 85 y 90% de los productores locales, se ven sin su medio de sustento, teniendo que emigrar a las ciudades.

Retos

Hay que acometer con urgencia un plan de rescate cafetalero que enfrente la actual situación, impidiendo su agravamiento y asegure que en unos 5 años el repunte de un reglón básico para la vida social, económica y ambiental de República Dominicana.

Uno de los grandes retos que enfrenta el sector cafetalero dominicano es que se creen las condiciones para que los caficultores sigan en las montañas y esto sólo puede lograrse mejorando la calidad de vida de estos, que pasa necesariamente por mejorar sus ingresos.

La mejora en el ingreso tiene una relación directa con el alza de la productividad de las plantaciones, para lo que es recomendable realizar una serie de acciones tales como la renovación de los cafetales mediante la sustitución de las plantas viejas, por otras de mayor productividad, resistentes a la roya y facilitar al productor y su familia, el acceso a capacitaciones y asesoría técnica.

Tener otras actividades económicas, aparte del café, es importante para tener siempre un ingreso adicional realizando actividades económicas complementarias lo que permiten mejorar la calidad de vida de sus familias.
La crianza de ganadería menor (aves, conejos, cabras, cerdos) el cultivo de plantas de ciclo corto es una buena alternativa para mejorar los ingresos económicos de la familia y su alimentación.

El café necesita el impulso y el apoyo y el de las autoridades correspondientes para que 50 mil familias no abandonen el campo, vivan bien y sean guardianas de las aguas de las montañas. “Si hay café en las alturas habrá agua en las llanuras.”