jueves, 25 de enero de 2024

El último ancestro común de todos los organismos vivos existió hace entre 4,32 y 4,52 mil millones de años

 

El último ancestro común de todos los

organismos vivos existió hace entre 4,32 y 4,52

mil millones de años




Fue una célula con proteínas ribosómicas y una ATP sintasa, entre otros componentes que pueden encontrarse en todas las formas de vida posteriores

 Los científicos han precisado cuándo vivió el último ancestro común de todos los organismos, del cual surgió el extenso árbol de la vida en la Tierra. / CRÉDITO: PRAWNY EN PIXABAY.

Pablo Javier Piacente

22 NOV 2023 17:40 Actualizada 24 NOV 2023 13:08

El Periódico de España

LUCA, el "último ancestro común universal" de todos los organismos vivos, vivió hace entre 4,32 y 4,52 mil millones de años, según un nuevo estudio. Esta datación más precisa nos permite ver de otra forma el árbol de la vida, y nos ayuda a rastrear cómo han evolucionado las células a lo largo del tiempo en la Tierra, hasta desembocar en las formas actuales de vida compleja.

Un nuevo estudio liderado por científicos del Instituto Real de los Países Bajos para la Investigación del Mar (NIOZ), con la colaboración de especialista del Reino Unido, Hungría y Japón, concluye que el Último Ancestro Común Universal (LUCA), precursor de todas las bacterias, arqueas y de los organismos eucariotas como plantas, animales y seres humanos, vivió hace entre 4,32 y 4,52 mil millones de años.

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Una célula con elementos compartidos

De acuerdo a una nota de prensa, aunque se desconoce el aspecto de LUCA, los investigadores lo describieron como una célula con componentes como proteínas ribosómicas y una ATP sintasa, una serie de compuestos que son compartidos por todas las bacterias, arqueas y eucariotas. Vale recordar que los eucariotas representan el eslabón de la vida compleja: organismos dotados de células con núcleo como las diversas especies de plantas y animales y los propios seres humanos, que surgieron con posterioridad a la evolución de la vida microbiana y unicelular. 

Como explican en un artículo científico publicado recientemente en la revista Nature Communications, los especialistas utilizaron un nuevo enfoque de datación molecular, que les permitió estimar con mayor precisión el momento en que LUCA se dividió en bacterias y arqueas, iniciando el camino hacia los organismos eucariotas. Esta datación más precisa es crucial para comprender en mayor profundidad la evolución del árbol de la vida, e incluso para obtener nuevos elementos que puedan explicar el origen de la vida en la Tierra.

La fusión de dos ramas

Un punto clave de esta investigación es que los hallazgos sugieren que las arqueas, a menudo denominadas bacterias antiguas, provienen de un ancestro que es más antiguo que el de las bacterias actuales. Con este enfoque de datación mejorado, se puede comprobar que los antepasados de todas las arqueas actuales vivieron hace entre 3,37 y 3,95 mil millones de años. 

De esta manera, el último ancestro común de las arqueas conocidas es más joven que el de todas las bacterias: "esto sugiere que las arqueas anteriores se extinguieron o viven en algún lugar escondido de la Tierra donde aún no las hemos encontrado", indicó en el comunicado la científica Anja Spang, una de las autoras principales del nuevo estudio.

En ese complejo camino de la vida y su desarrollo en nuestro planeta, mientras los eucariotas tuvieron su último ancestro común hace entre 1,84 y 1,93 mil millones de años, LUCA fue el comienzo de todo hace entre 4,32 y 4,52 mil millones de años. "Si imaginas toda la vida en la Tierra como un árbol genealógico, LUCA está en la base y, en algún momento, el tronco se parte en una rama bacteriana y una arqueal. Pero los eucariotas no son una rama separada de este árbol de la vida, sino más bien una fusión de dos ramas que surgieron de las ramas bacteriana y arqueal. Tenemos un poco de ambas cosas en nosotros”, concluyó Tara Mahendrarajah, líder del equipo de investigación.

Referencia

https://www.epe.es/es/tendencias-21/20231122/ultimo-ancestro-organismos-vivos-comun-94964192

miércoles, 3 de enero de 2024

Las montañas son esenciales para la vida

 

Las montañas son esenciales para la vida




Ing. Carlos Checo Estrella

Las montañas son algo más que hermosas e imponentes vistas. Son el hogar de una impresionante variedad de flora y fauna. Proveen el 60 por ciento de los recursos de agua fresca que existen en el mundo, aunque ocupan el 12 por ciento de la superficie del Planeta.

Una montaña es un accidente topográfico, consistente en una elevación del relieve terrestre caracterizada por su altitud o incluso por su volumen. Por lo general suponen una elevación de 700 metros de altura o más respecto a su base

La orogénesis es el proceso de formación de las montañas, están deformaciones son el resultado del choque de dos placas tectónicas opuestas. Cuando las placas ejercen fuerza recíproca la una contra la otra, producen un plegamiento de la capa superficial de la tierra.

Otras montañas son de origen volcánico, las cuales se forman a partir de la lava arrojada por los volcanes a la superficie y al cabo de muchos años, esta lava y otros materiales expulsados se solidifican y amontonan en capas.

La Orografía es la parte de la Geografía Física que trata la descripción de las montañas.

Las montañas se componen de las siguientes partes:

El pie o base, es la parte más baja de la formación montañosa, inicia a nivel del suelo

La cima, el pico o cúspide, es la parte superior de la montaña.

Ladera o falda, es la porción lateral e inclinada de la montaña que unen la base con el pico.

Las montañas son el 53% del territorio asiático, el 58% del americano, el 25% del europeo, el 17% del australiano y el 3% del africano. Las montañas constituyen el 24% de la litosfera, Los mayores ríos del mundo nacen en las montañas y más de la mitad de la población humana depende del agua que sale de estas montañas.

Los ecosistemas de montaña. son fundamentales para la biodiversidad del planeta y para la variación de sus climas. Los ecosistemas montañosos, están formados por un conjunto de elementos inertes como el suelo, el agua, el clima, el aire; así como por la flora y fauna y otros organismos vivos tales como hongos, bacterias y otros microorganismos

Las montañas más altas del mundo son:

El Everest: 8,850 mts, K-2: 8,610 mts., el Kanchenjunga: 8,600 mts, el Aconcagua: 6970 mts.

La importancia de las montañas radica en los múltiples servicios ambientales que proveen, los cuales pueden ser: dispersión y reciclaje de nutrientes, producción primaria, hábitat de especies y de aprovisionamiento de alimentos. La vegetación de montaña provee de nutrientes, fibras y forraje, captura y almacenamiento de carbono, polinización de cultivos, purificación de agua y aire. Son fuentes de recursos hídricos, las cuencas hidrológicas más importantes y que proveen de agua a la mayoría de las ciudades del país nacen en montañas.

Constituyen barreras naturales ante efectos atmosféricos peligrosos como los tornados, huracanes y tormentas.

Las montañas generalmente se agrupan y forman cadenas llamadas cordilleras.

República Dominicana tiene 37 zonas o regiones de montaña y el pico más alto del Caribe, con cuatro ejes orográficos principales, en dirección Oeste a Este.

La Cordillera Central es la más importante de la isla, donde se encuentra el pico más alto de las Antillas, el Duarte. Otros sistemas son la Cordillera Septentrional, la Cordillera Oriental, la Sierra de Yamasá, la Sierra de Samaná, la Sierra de Bahoruco, la Sierra de Neiba y la Sierra Martín García.

Los ecosistemas de montañas son vulnerables al desequilibrio ecológico y sensibles a las influencias del cambio climático.

La sobreexplotación y los efectos del cambio climático son las principales amenazas que afectan a la conservación y protección de las montañas

Prácticas agrícolas insostenibles, la minería industrial, la tala y la caza furtiva tienen un alto costo para la biodiversidad de las montañas. Los cambios en el uso y cobertura del suelo y los desastres naturales, pueden acelerar la pérdida de biodiversidad y contribuir a crear entornos frágiles para las comunidades de montaña

Un estudio de Oxfam sobre seguridad alimentaria revela que los niveles de pobreza en que vive la población de las montañas en República Dominicana, están en el 67%, de los cuales el 21% es indigente.

La pérdida de los medios de vida y la migración de las poblaciones que viven en las montañas, pueden provocar el alejamiento de las prácticas tradicionales que han sostenido la biodiversidad de las montañas por generaciones.

Por lo que es necesario trabajar en la mejora de los medios de vida adoptando medidas que propicien una ordenación apropiada de los recursos de las montañas y el desarrollo social y económico de sus habitantes.

Para lograr un desarrollo sostenible, es clave que haya voluntad política de implementar procesos de gestión integral de los recursos naturales y movilizar ingresos para a mejorar las condiciones de vida de las comunidades que residen en esos entornos.

Las inversiones y las políticas que propenden al desarrollo rural, pueden aliviar las duras condiciones de vida de las comunidades y revertir las tendencias de emigración de las zonas montañosas.

Para hacer frente al cambio climático, los servicios ecosistémicos que proveen las montañas deben ser reconocidos y preservados, mediante el manejo sostenible de los ecosistemas montañosos, adoptando medidas para restaurar las zonas degradadas y fomentar una recuperación verde.

Enfrentar la erosión de los suelos, la degradación de las tierras, la deforestación, la pérdida de biodiversidad, la discontinuación de los flujos de agua son acciones claves para la conservación y mejora de la situación de éstas.

La conservación de las montañas es un objetivo impostergable que debe ser de conocimiento de la sociedad y asumido con determinación por las autoridades.

 Es de suma importancia entender y crear una cultura de respeto y vigilancia de las montañas.

lunes, 1 de enero de 2024

Evento naturales, prevención y gestión de riesgos

                 Evento naturales, prevención y gestión de riesgos


 Ing. Carlos Checo Estrella

República Dominicana tiene como reto principal, alcanzar el desarrollo y proporcionar bienestar a su población. Razones estructurales y políticas erróneas, nos han impedido lograr avances en ese sentido

Los adelantos conseguidos se ven mermados por los constantes desastres. Los impactos económicos de las perdidas conllevan retroceso en los niveles de desarrollo alcanzado.

estos embates de la naturaleza causan severos daños en las estructuras y pérdidas de vidas.

Nuestro país está situado en la lista de naciones más vulnerables a desastres por eventos naturales del planeta.

Años tras años, la combinación de las amenazas naturales con la realidad social, económica y ambiental de las poblaciones de nuestra nación ocasionan numerosas calamidades.

A menudo los fenómenos atmosféricos nos señalan vulnerabilidades, que es preciso ir reduciendo. Las lluvias torrenciales y los fuertes vientos sobre el territorio nacional traen graves consecuencias: cuantiosos daños materiales, pérdida de vidas y desplazamiento de miles de personas e incertidumbre.

Desde hace décadas expertos e instituciones nacionales e internacionales, despliegan esfuerzos en interés de que en los países en vía de desarrollo se asuma la cultura de gestión de riesgos como mecanismo de prevención de desastres,que hasta ahora en República Dominicana no tomamos en consideración y no damos la debida importancia a la reducción de riesgos de desastres; de la que se deriva una baja propensión a tomar medidas que eviten los lamentables acontecimientos catastróficos, causantes de daños lamentables.

Asombra la falta de compromiso de nuestras autoridades con la prevención y mitigación de desastres, no toman en cuenta las causas de los desastres y no ejecutan medidas para evitar que se repitan estos lamentables acontecimientos.

 Aunque las autoridades no son responsables de los fenómenos meteorológicos, si tienen la obligación de procurar el menor impacto negativo de los mismos en la gente y el territorio.

Es obligación del Estado garantizar protección a la población. Es su responsabilidad ineludible elevar a grados óptimos los niveles de seguridad de nuestras comunidades.

La Defensa Civil Dominicana, ha identificado 1006 zonas vulnerables en 26 provincias y el Distrito Nacional.

El riesgo de desastre está compuesto por la amenaza: y por la vulnerabilidad.

Vulnerabilidad es la probabilidad de que una comunidad humana, expuesta a una amenaza natural, pueda sufrir daños personales y materiales.

Se denomina amenaza a cualquier factor externo de riesgo con potencial para provocar pérdida de vidas, daños sociales, ambientales y económicos en una comunidad durante determinado periodo de tiempo.

Prevención de riesgos es la aplicación de medidas para evitar que un evento se convierta en un desastre.

Mitigación es el resultado de aplicar medidas para reducir la vulnerabilidad frente a ciertas amenazas

La débil institucionalidad y la visión patrimonialista de la política conspiran contra la seguridad y la estabilidad física y política de nuestro País.No se encuentra explicación a la no ejecución los programas y acciones contenidos en el Plan Nacional de Reducción de Riesgos diseñado por mandato de la Ley 147-02; cuyo objetivo concreto es la reducción, previsión y control de los factores de riesgo, amenazas y vulnerabilidades en República Dominicana.

Se debe aplicar la Ley de la Estrategia Nacional de Desarrollo que en el artículo 13 del Capítulo III ordena que: “Todos los planes, programas, proyectos y políticas públicas deberán incorporar criterio de sostenibilidad ambiental y adecuada gestión integral de riesgo”.

Gestión del Riesgo es la reducción anticipada de los impactos negativos que podrían generar los desastres en el futuro. Es el proceso de identificar, analizar y cuantificar las probabilidades de pérdidas que pueden originarse, para con ello emprender las acciones preventivas, correctivas y reductivas correspondientes.

La reducción de riesgos de desastres es una inversión y no un gasto pues, por cada dólar que se invierten en prevención podremos ahorrar 7 dólares, durante la respuesta y la recuperación.

Es necesario un nuevo enfoque, el cual además de dar respuesta a los desastres impulse actividades encaminadas a anticiparse a y mitigar los probables efectos de potenciales desastres.

La reducción de riesgos ha de ser tema de alta prioridad de las políticas públicas en República Dominicana. El Estado debe garantizarle protección a la población, especialmente a los sectores más vulnerables expuestos al impacto de los desastres naturales.

Hacemos un llamado a las autoridades para que el próximo año 2023, la temporada ciclónica no nos encuentre en condiciones de tan alta vulnerabilidad.

Conservar los ecosistemas naturales implica mantener las barreras que amortiguan el impacto de fenómenos naturales como los huracanes.

Es urgente tomar medidas para reducir las vulnerabilidades en todo nuestro territorio, actuar sin pérdida de tiempo a fin de que cada evento meteorológico no impacte negativamente en nuestras gentes, sus comunidades y bienes.

Si ejecutamos con celeridad el Plan de Ordenamiento Territorial, si iniciamos el mejoramiento y ampliación de los sistemas de drenajes, si nos abocamos a programa integral de regeneración forestal y saneamiento de cuencas; los próximos eventos meteorológicos, encontrarán al país, en mejores condiciones para resistir con éxito sus embestidas.

La aprobación del Presupuesto para 2024, nos mostrará el grado de compromiso de las autoridades con la prevención, mitigación de desastres y la restauración de nuestros ecosistemas.