miércoles, 16 de julio de 2025

Duarte y la Trinitaria

 

Duarte y la Trinitaria



Juan Bosch

De Juan Pablo Duarte se han dicho muchas cosas, pero al pueblo dominicano no se le ha explicado lo que él hizo ni se le ha dicho que fue lo más importante de lo que hizo y en qué consiste su importancia.

Lo primero que hizo Duarte fue creer, como lo creyó, que en un país que para el año de la más de cien mil habitantes, si es que llegaba a tenerlos, pudiera establecerse una república independiente capaz de sostenerse durante mucho tiempo. Para esos días el territorio dominicano debía ser por lo menos de unos cincuenta mil kilómetros cuadrados, y si calculamos que cada familia podía estar compuesta de cinco personas, tendríamos que nuestro pueblo no pasaba de veinte mil familias, lo que equivale a decir que en cada cinco kilómetros cuadrados debían vivir dos familias. Pero eso no era cierto, porque del total de familias dos mil por los menos debían vivir en las ciudades más importantes, que eran Santo Domingo, Santiago y Puerto Plata, y esas tres ciudades difícilmente podían ocupar más de diez kilómetros cuadrados. Los demás centros donde vivían varias familias eran pueblos pequeños. Por ejemplo, algunos años después de la independencia en Constanza había solo una familia que había ido desde Jarabacoa, y probablemente para el 1838 en Jarabacoa, no vivirían más de diez o doce familias. Por otra parte, como no había carreteras que comunicaran las diversas regiones del país, las veinte mil familias que tal vez formaban nuestra población vivían aisladas unas de otras, excepto en las ciudades y en los pueblos, pero además vivíamos aislados del mundo. Y sin embargo Juan Pablo Duarte tuvo el coraje de creer que en un territorio pequeño, deshabitado e incomunicado interior y exteriormente podía establecerse una república. Para creer eso era necesario tener una fe inconmovible en la capacidad de lucha del pueblo dominicano, y Duarte la tuvo.

Calidad y Cantidad

Una cosa es tener una creencia y poner en ella toda la fe de que es capaz el alma humana y otra cosa es dedicarse a convertir esa creencia en realidad, y Duarte fue capaz de hacer esto último. Ahora bien, para hacerlo tuvo que escoger un método de organización de los dominicanos que pudiera dar resultados, y lo que debe sorprendernos es que el método escogido fuera el de fundar una asociación secreta formada por doce hombres, todos jóvenes, que el propio Duarte escogió tomando en cuenta sus condiciones intelectuales, morales y hasta físicas; es decir, tomando en cuenta su calidad. Para Duarte, la lucha que debía llevarse a cabo tenía que ser organizada partiendo de la calidad política y humana de los que iban a dirigirla.

¿Escogió Duarte ese método de manera consciente o por instinto?

Lo escogió por instinto, pues en el tiempo en que fundó la Trinitaria él no podía tener la menor idea de que hay un proceso dialéctico que convierte la calidad en cantidad, y esa era la función que les tocaba a los trinitarios, doce jóvenes elegidos porque tenían cualidades (es decir, calidad) que les permitirían arrastrar a muchos hombres (es decir, cantidad) a las filas de los partidarios del establecimiento de la República Dominicana.

La Trinitaria quedó fundada con nueve miembros el 16 de julio de 1838, y exactamente treinta y ocho años después, el 16 de julio de 1876, sería sepultado en Caracas el cuerpo de Juan Pablo Duarte. Empezando por el mismo, los trinitarios que se reunieron en esa fecha fueron Jacinto de la Concha, José María Serra (que fue el único que dejó escritos datos sobre la Trinitaria), Pedro Alejandrino Pina, Juan Isidro Pérez, Félix María Ruiz, Felipe Alfau y Benito González. Poco después, no se sabe si algunos días o algunas semanas más tarde pero seguramente no demasiado tiempo después, quedaron incorporados a la Trinitaria Francisco del Rosario Sánchez, Ramón Mella y Vicente Celestino Duarte, el hermano del fundador; y a esos tres se les dio el rango de coroneles de los ejércitos de la República (que iban a ser creados seis años después, y no por los trinitarios sino por Santana), mientras a Duarte se le dio el de general en jefe. La Trinitaria, por otra parte, quedó organizada por cuatro grupos de tres miembros cada uno. Cada uno de los miembros se comprometió a conquistar hombres para la acción libertadora o separatista sin decirle a ninguno de los conquistados que había por lo menos diez grupos más iguales a ese del cual él formaba parte; y decimos diez más porque no hay constancia histórica de que Duarte formara uno de esos grupos, cosa que se explica porque seguramente a él le tocaría la tarea de dirigir a sus once compañeros. Fue el hecho de que once trinitarios formaran once grupos de partidarios de la independencia lo que convirtió la calidad de los once trinitarios en la cantidad de los que años después iban a participar en la fundación de la República Dominicana y en las luchas armadas contra Haití, que iban a durar hasta 1855.

Ideología y política

Para fundar esa organización secreta y celular (en células de tres miembros) llamaba la Trinitaria, Duarte tuvo que predicarles a los futuros trinitarios una ideología, pero seguramente lo hizo, por lo menos hasta donde sabemos, en términos organizativos; es decir, les explicó cómo iba a funcionar la república que debía ser establecida por ellos. Lo que era una república y lo que esta debía significar para el pueblo era más o menos bien conocido por todos los que formaban la Trinitaria debido a que hacía muchos años que había repúblicas establecidas en varios países. La misma República de Haití, de la cual formaba parte el territorio dominicano, había nacido el 1º de enero de 1804, es decir, hacía treinta y cuatro años, y desde los Estados Unidos hasta la Argentina, la mayor parte del Nuevo Mundo estaba sembrado de repúblicas. De todos modos, para afirmar la unidad de pensamiento político de los trinitarios Duarte escribió por lo menos un proyecto de Constitución de lo que iba a ser la República Dominicana.

Eso era importante, pero más importante fue el paso táctico de aliarse a los haitianos que conspiraban para derrocar el gobierno de Jean Pierre Boyer, que era presidente de Haití desde el año 1818 y en su condición de presidente de Haití estaba gobernando a los dominicanos desde el mes de febrero de 1822. Debemos explicar que Boyer no era un tirano ni gobernaba el territorio dominicano como si fuera país conquistado militarmente, pero no era tampoco un político brillante ni cosa parecida; y la crisis mundial que se había desatado el año de 1836 en el mundo capitalista (cuyo centro se hallaba entonces en Europa, y de manera particular en Inglaterra, y no, como sucede ahora, en los Estados Unidos) produjo entre los haitianos y los dominicanos una situación de malestar tan grande que provocó la necesidad de cambiar de gobierno y dio paso a la organización de la conspiración que iba a desembocar en la llamada Revolución de la Reforma, conocida también con el nombre de Praslin porque fue el sitio donde se inició el 27 de enero de 1843. Praslin era una finca que tenía en las vecindades de la ciudad haitiana de Los Cayos el coronel Charles Herard aine (palabra que significa padre o mayor de edad), conocido en la historia dominicana con el nombre de Riviére Herard. Charles Herard sería el sucesor de Boyer y por tanto el presidente de Haití cuando los dominicanos proclamaron el 27 de febrero del año siguiente (1844) la existencia de un estado independiente que se llamaría República Dominicana.

Cuando se produjo el levantamiento de Praslin se hallaba en Haití el trinitario Ramón Mella, que había sido enviado, como lo fue antes que él su compañero Juan Nepomuceno Ravelo, con el encargo de formar una alianza de los trinitarios con los conspiradores haitianos. Esa alianza iba a ser relativamente fácil de conseguir por el carácter igual de clase de los antiboyeristas haitianos y dominicanos. Todos pertenecían de manera principal a la pequeña burguesía, en sus niveles alto y mediano, y debido a la difícil situación económica unos y otros podían contar con el respaldo de la mayor parte de los haitianos y los dominicanos. Esa alianza de dominicanos partidarios de la independencia con haitianos enemigos de Boyer pero enemigos también de la independencia dominicana, fue un movimiento táctico de gran categoría. No podemos decir si la idea fue de Duarte o de otro trinitario, pero es seguro que sí Duarte se hubiera opuesto a ella, la alianza no se habría dado. Y se dio con muy buenos resultados para los dominicanos.

¿Cuáles fueron esos resultados?

Que el 24 de marzo, cuando se supo en Santo Domingo que Boyer había sido derrocado se reunieron en la plazoleta del Carmen, según cuenta Vetilio Alfau Durán en la página 13 del libro “Pedro Alejandrino Pina”, varios dominicanos “encabezados por Ramón Mella, Francisco del Rosario Sánchez, Pedro Alejandro Pina y Juan Isidro Pérez, quienes bajo las órdenes de Duarte y unidos con el grupo haitiano de Adolfo Nouel, Alcius Ponthieux, Dominique Benoit (y) Auguste Bernier”, secundaron el movimiento llamado de La Reforma. Sigue diciendo Alfau Durán que “Cuando se encontraban reunidos en la Plaza de la Catedral, hoy Parque Colón, son súbitamente atacados por tropas gobiernistas mandadas por el Coronel Charles Cousin, quien resultó muerto en la refriega”.

El jefe militar boyerista de Santo Domingo, el general Carrie, entregó el mando y el día 26 (mes de marzo) se formó una junta Popular formada por cinco personas, de las cuales tres eran dominicanos y dos haitianos. El día 30 los miembros dominicanos de esa Junta eran Juan Pablo Duarte, Manuel Jiménez y Pedro Alejandrino Pina, y el 7 de abril esa Junta autorizaba a Duarte a formar Juntas Populares, encargadas del gobierno que hoy llamaríamos municipal, en varios lugares del país. En pocas palabras, la alianza con las fuerzas antiboyeristas le dio a los trinitarios la oportunidad de surgir de las sombras de la clandestinidad en que habían estado trabajando y les abrió el camino para convertirse en líderes nacionales, condición sin la cual no habrían podido encabezar el levantamiento del 27 de febrero del año siguiente (1844).

De otro aspecto de la actividad política de Duarte, la alianza con los hateros que equivalió a la formación de un frente de clases para alcanzar la independencia nos ocupamos en un artículo que fue publicado el 26 de enero de 1971 en El Sol con el título de “Duarte y las Clases Sociales”.

Resumen del discurso del Profesor Juan Bosch pronunciado el 26 de enero de 1976 al cumplirse el 163. Aniversario de su nacimiento.

sábado, 31 de mayo de 2025

Revolución de Abril: La Epopeya de la Dignidad

Revolución de Abril: La Epopeya de la Dignidad



 ¡Decir abril es decir Patria despierta!

 

La Revolución de Abril tuvo inicio en un alzamiento cívico-militar que tuvo como objetivo deponer el gobierno del Triunvirato, reestablecer la Constitución del 1962 y la vuelta al poder de Juan Bosch, el presidente legítimo, vilmente derrocado por los enemigos de la democracia, Justicia Social y de la Libertad.

Esta gesta debe ser conmemorada como la más Gloriosa Epopeya del siglo XX.

El 24 de abril de 1965 un grupo de militares, bajo el liderazgo del Coronel Tomás Fernández Domínguez se sublevó y contra el Triunvirato, reclamando la vuelta a la constitución del 1963 y el retorno de Juan Bosch al poder, sin elecciones.

Juan Bosch, fue electo presidente en las primeras elecciones democráticas después del ajusticiamiento del sátrapa.

Promulgando el 29 de abril de 1963, una nueva constitución que sentó las bases de un estado democrático social, protegiendo la dignidad humana y promoviendo derechos sociales.

Esta constitución fue redactada por una asamblea constituyente, cuyos miembros fueron elegidos por voluntad popular

Tras el derrocamiento del gobierno de Juan Bosch, sectores democráticos del pueblo dominicano mantuvieron una lucha constante por el retorno de la constitucionalidad sin elecciones y el regreso la presidencia del presidente legítimo, realizando huelgas, movilizaciones, mítines masivos y un levantamiento guerrillero, entre oreas formas de lucha.

El Triunvirato fue un gobierno de facto instalado por los autores del golpe de Estado contra Bosch. Estuvo conformado por Emilio de los Santos quien lo presidió, Ramón Tapia Espinal y Manuel Enrique Tavárez Espaillat. 

El Triunvirato, paradójicamente, compuesto por dos miembros, Donald Read Cabral y Ramón Cáceres Troncoso tras la renuncia de Emilio de los Santos, provocada, por el fusilamiento de Manuel Aurelio Tavárez Justo, después de ser apresado en las Manaclas, tras encabezar un alzamiento guerrillero demandando la vuelta a la Constitución del 1963, así como los otros dos miembros por causas diversas.

El Gobierno del triunvirato, exhibió rasgos dictatoriales, tuvo un pésimo desempeño, una mala administración, mucha corrupción y represión al pueblo.

Tras el derrocamiento del Triunvirato, militares leales al ex presidente Balaguer y comprometidos con la dictadura de Trujillo, se opusieron al retorno de Juan Bosch al poder y el restablecimiento de la Constitución de 1963, dando inicio a la confrontación armada entre el bando Constitucionalista, liderado por el Coronel Rafael Tomás Domínguez, y los militares reaccionarios, encabezados por fue el coronel Elías Wessín Wessín.

El líder militar de la contienda de abril, el Coronel Rafael Tomás Fernández Domínguez, murió en combate, asumiendo el liderazgo de los Constitucionalistas, el Coronel Francisco Alberto Caamaño Deñó, quien fue proclamado presidente Constitucional de la República, por el Congreso Nacional.

El 24 de abril, es una fecha que debe servir para el reforzamiento del compromiso democrático y enaltecer los valores de la institucionalidad democrática, la igualdad, la Libertad y la justicia Social.

Aún está pendiente alcanzar los objetivos de abril de 1965, para completar la obra de los Trinitarios, los Restauradores y los Constitucionalistas: Construir una República Dominicana institucionalmente democrática, socialmente justa, económicamente sustentable y ambientalmente sostenible.

¡Recuperemos el tiempo perdido, mejor dicho, el tiempo robado a la democracia por los golpistas del 1963!

¡Loor y Gloria a los dignos hijos de la Patria que supieron ponerse a la altura del deber y del honor ¡

!Viva República Dominicana próspera, libre, democrática y soberana!

 


Gobierno local oportunidad para el desarrollo

 

Gobierno local oportunidad para el desarrollo


La finalidad de la gestión municipal es elevar las condiciones económicas, sociales, humanas, físicas y culturales del municipio y de su población, para hacerlo económicamente equitativo, políticamente viable, administrativamente eficiente y ambientalmente sustentable.»

Es deber del cabildo ordenar, reglamentar y resolver las necesidades del municipio proveerlo del mayor bienestar, prosperidad y cultura.

El escenario local es el ámbito propicio trabajar activamente en la mejora del su entorno, disminuir la pobreza, combatir desigualdades, mejorar los servicios públicos, profundizar la democracia y conservar el medio ambiente.

El alcalde es el responsable de la gestión del gobierno municipal, pero el Consejo de Regidores el organismo clave debido a su papel de control y regulador del municipio, por lo que una sindicatura debe ser respaldada por la calidad y el buen juicio de los regidores.

Para ello los alcaldes y regidores deben ejercer sus funciones haciendo gala de los atributos que adornan el Liderazgo Democrático: probidad, vocación de servicio, capacidad emprendedora y gerencial, visión global y objetivos a largo plazo, disposición a dialogar a negociar tenacidad, capacidad para delegar y trabajar en equipo.

En esa labor, los alcaldes y regidores necesitan del apoyo y la orientación de los estamentos locales y nacionales de sus Partidos y otras instituciones interesadas en el fortalecimiento democrático.

Antes de existir, como Estado independiente en los albores de la colonización de la isla. En 1494, se instaló el primer cabildo en nuestro territorio, 531 años después, la institución capitular no ha logrado avances, por el contrario, crece en incompetencia y des institucionalidad.

 Sin cabildos institucionalmente fuertes y bien gestionados no podremos alcanzar el deseado desarrollo económico social de las comunidades.

Los ayuntamientos dominicanos no cumplen a cabalidad la misión impulsar el progreso, crecimiento y bienestar de cada municipio.

En nuestro país, en términos generales los resultados de las gestiones municipales no han sido satisfactorias.

La mayoría de entes municipales desarrollan sus gestiones con ausencia de planes y programas.

La débil institucionalidad de los ayuntamientos no permite prestar servicios de calidad a la población,

La mayoría de los ayuntamientos, no tienen estructuras organizativas funcionales; carecen de sistemas administrativos efectivos y utilizan muy pocos criterios técnicos o económicos en la asignación de los recursos públicos

Además de tener las capacidades y conocimientos que le otorguen las competencias necesarias para el desempeño de sus funciones; para una buena labor municipal, en los incumbentes deben primar la visión de la política como servicio público y que los cabildos son un espacio para trabajar por el bien común.

El gobierno municipal en República Dominicana, se encuentra atrapado en prácticas y herencias que   comprometen su eficiencia sino también su gobernabilidad.

Los cabildos desarrollan sus gestiones dentro de una rutina que limita su accionar y que les impide cumplir con los servicios mínimos que le establece la ley.

Tras un año de gestión se hace necesario una reflexión y análisis crítico de la labor de los alcaldes, directores, regidores y vocales municipales.

Hay regidores que la última vez que vimos su rostro y leímos su nombre fue en la boleta el día de las votaciones.

Hasta hoy, es nula la presencia de nuestros representantes edilicios en las comunidades.

Un regidor es un representante debe estar en contacto con las comunidades, conocer las necesidades y aspiraciones de la gente; detallar sus acciones, hacer del conocimiento de la gente el desarrollo de la actividad dentro del cabildo. Que la población conozca la posición, a cerca de la realidad local y cuáles son sus propuestas para mejorar la vida de la gente y la mejora de los servicios y prestaciones.

No ha existido el suficiente involucramiento de los partidos en el desempeño de los ayuntamientos.

Restan tres años de gestión y es necesario un punto de inflexión, para mejorar sustancialmente el accionar de nuestras autoridades municipales, que nos permita aportar al bienestar de nuestras comunidades y sus gentes.

Se hace necesario fortalecer las capacidades técnicas, gerenciales y de planificación de los gobiernos locales para formular y ejecutar políticas públicas.

La Liga Municipal Dominicana tiene que transformarse en agente para el buen gobierno y desarrollo local, cooperando en la planificación, ejecución, seguimiento y evaluación de las políticas y programas municipales.

Frente al empirismo y la improvisación se hace necesario crear una unidad de Estudios y Enseñanza para la Gerencia del Desarrollo Local que ayude a fortalecer, adquirir y desarrollar competencias, capacidades conocimientos, habilidades y actitudes para el buen gobierno y el desarrollo sostenible del territorio.

ACUDEBI: Faro Cultural Dominicano en España

 

ACUDEBI: Faro Cultural Dominicano en España



Parece que fue ayer, sin embargo, el lunes 12 de mayo se cumplieron 18 años que echó a andar la Asociación Cultural y de Cooperación al Desarrollo (ACUDEBI); con la finalidad de promover el libro dominicano y la lectura entre nuestros nacionales en Madrid, España,

Haciéndose realidad la idea de crear una biblioteca de libros de autores dominicanos; para ello, previamente convidamos a 8 personas con las que constituimos el Comité gestor Pro Biblioteca República Dominicana, la conformación del equipo se desarrolló, a través de redes de amigos; le compartí la idea a Jeannette Alfau, quien aceptó formar parte, recomendándome que incluyera a Manuel Fernández.

Contactamos a Julio Cesar López, quien aceptó de forma entusiasta, a la vez que tuvo la acertada sugerencia de que incluyera al escritor Daniel Tejada, quien ha sido un gran soporte para la entidad.

Socializando la idea entre amigos y compañeros de trabajo me llegó el nombre de la poeta Filda Bonetti, quien junto a los antes mencionados y los activistas sociales Ana María, Céspedes y Héctor Rafael y el inolvidable Juan Carlos Polanco, ido a destiempo para nuestro gran pesar (quien diseñó el logo de la asociación)

Tras varios encuentros inició su andadura su Asociación Cultural Biblioteca República Dominicana. Llenos de entusiasmo fuimos acumulando amigos y libros que tuvieron de albergue al Centro Dominico Hispano, una entidad patrocinada por la Comunidad de Madrid, que trabajaba por la integración y acompañamiento de la comunidad dominicana.

Una crónica aparecida en varios periódicos dominicanos daba la información del nacimiento de la entidad: y “El sábado 12 de mayo del 2007, se constituyó el comité pro-formación de la primera biblioteca dominicana en Madrid…”

La nota continuaba diciendo: “Conociendo la dificultad que hay en Madrid y en toda España de encontrar libros de autores dominicanos, un grupo de ciudadanos dominicanos hemos decidido, movidos por la necesidad de conocimiento y difusión de nuestra cultura, unir esfuerzos con el objetivo inmediato de agrupar libros escritos por autores dominicanos o libros sobre temas dominicanos escritos por autores diversos.”

“Estamos convencidos de que una biblioteca de estas características es importante para nuestra comunidad, somos conscientes de que los libros son un buen medio para conocernos y que se nos conozcan mejor; además es una responsabilidad de los residentes el difundir los aspectos positivos y sobre todo creativos de nuestra sociedad.”

La crónica termina diciendo: “Es sensato que todos trabajemos en pro de las nuevas generaciones, es tarea de todos, el que los más jóvenes con menor contacto físico y cultural con Republica Dominicana puedan encontrar una cercanía con sus orígenes a través del libro. Eso vale la pena”.

Esta entidad que ha rendido una extraordinaria labor en España, junto a otras creadas con la finalidad de “Que los dominicanos en España no pierdan sus raíces ni su cultura y que conozcan la realidad de República Dominicana y mantengan un vínculo estrecho con el País

No nos imaginamos que años después, gracias a la fecunda labor de ACUDEBI, República Dominicana sería el país invitado de la 78ª Feria del Libro de Madrid, que se celebrada del 31 de mayo al 16 de junio del 2019.

Larga vida para ACUDEBI, enhorabuena para sus miembros y allegados, les saludos con la satisfacción de que valió la pena hacer realidad una entidad que promueva el libro y la lectura en nuestra comunidad.

 

 

 

 

 

 

sábado, 19 de abril de 2025

viernes, 18 de abril de 2025

CELAC: Integración soberanía y desarrollo

 CELAC: Integración soberanía y desarrollo

Y el día en que estalle
la libertad suprema y soberana,
procure estar bien cerca y bullicioso
porque habrá una gran patria,
una grande, inmensa, inmóvil patria para todos
y no habrá ni un país para estas lágrimas...

Pedro Mir

Carlos Checo Estrella

Las naciones de América latina y el Caribe están llamadas a desempeñar un papel crucial en la configuración de un nuevo Orden internacional, actuando con mayor independencia, soberanía y neutralidad frente a las luchas de los poderes globales luchando contra la dependencia económica, la desigualdad social y las presiones políticas, construyendo el camino hacia un mundo más equilibrado y pacífico.

La integración regional en América Latina es una necesidad para impulsar el desarrollo económico y social de la región y para insertarse en el mundo. 

La integración puede hacernos más independientes, más soberanos, y más relevantes en la esfera internacional

Solamente actuando de manera unida y cohesionada podremos hacer frente, como región, a los grandes desafíos del mundo actual.

La Comunidad de Estados Latinoaméricanos y Caribeños (CELAC) surge en diciembre de 2011, con la  “Declaración de Caracas” firmada por los jefes de Estado y de Gobierno asistentes a la III Cumbre de América Latina y el Caribe sobre Integración y Desarrollo (CALC) y la XXII Cumbre del Grupo de Río.

La CELAC nace con el compromiso de avanzar en el proceso gradual de integración de la región haciendo un equilibrio entre la unidad y la diversidad política, económica, social y cultural entre los habitantes de América Latina y el Caribe.

La CELAC se fundamenta en los siguientes principios y valores comunes: el respeto al derecho internacional, la igualdad soberana de los Estados, el no uso ni la amenaza del uso de la fuerza, la democracia, el respeto a los derechos humanos, el respeto al medio ambiente, tomando en cuenta los pilares ambiental, económico y social del desarrollo sustentable, la cooperación internacional para el desarrollo sustentable, la unidad e integración de los Estados de América Latina y el Caribe; y un diálogo permanente que promueva la paz y la seguridad regionales; basada en la solidaridad, la inclusión social,

En sus 14 años de existencia, la CELAC ha contribuido a profundizar el diálogo entre todos los países de la región en temas como el desarrollo, la educación, la cultura, el desarme nuclear, la agricultura, las finanzas, la energía y el medio ambiente.

Esta entidad, se distingue como un espacio de consenso donde se abordan temas nodales como seguridad alimentaria, igualdad de género, lucha contra la corrupción, migración, desarrollo sostenible y cambio climático. También trabaja en la promoción de la ciencia, la tecnología y la innovación, fundamentales para el desarrollo de los países latinoamericanos. Su papel en la región ha sido crucial para la cooperación política y la mejora de las relaciones entre las naciones miembros

La CELAC se constituye como la voz unificada de la región en temas de consenso. Es el interlocutor único, que puede promover y proyectar una voz concertada de América Latina y el Caribe en la discusión de los grandes temas globales con el objetivo de buscar una mejor inserción y proyección de la región en el ámbito internacional.

Es la voz de una región que incluye a más de 600 millones de personas, alrededor del 8% de la población mundial y que genera alrededor del 7% del PIB mundial. Entre sus atribuciones está mantener la interlocución con otros países y grupos regionales, y destacan sus relaciones extra regionales con la Unión Europea, China, India, Corea, Rusia y Turquía.

La Comunidad de Estados Latinoamericanos y caribeños (CELAC) celebró su IX Cumbre en la capital de Honduras, los días 8 y 9 de abril con llamados de los presidentes asistentes a fortalecer la integración y la unidad de la región.

El encuentro internacional tuvo como objetivo principal aprobar la Declaración de Tegucigalpa, un documento que delineará el rumbo de la política e integración regional.

«No podemos seguir caminando separados cuando el mundo se reorganiza sin nosotros», afirmó la presidenta de Honduras y pro témpore del mecanismo, Xiomara Castro, en su discurso de inauguración de la reunión.

Castro advirtió la necesidad de la unión ante el clima de incertidumbre que vive el mundo tras las nuevas medidas arancelarias y el incremento de sus presiones contra países de la región.

La IX Cumbre de la CELAC, se celebró en momentos en que sus países enfrentan la incertidumbre por la guerra comercial declarada por Estados Unidos, con la imposición de un «arancel recíproco» del 10 % a todas las importaciones procedentes de países de América Latina, con excepción de Venezuela y Nicaragua, que enfrentarán tasas más elevadas, del 15 % y el 18 %, respectivamente.

La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, presentó una propuesta para que se convoque a una cumbre por el bienestar económico de América Latina y el Caribe, para hacer realidad una mayor integración económica regional sobre la base de la prosperidad compartida y el respeto a nuestras soberanías».

«En México hemos aprendido que, frente a la adversidad, siempre la esperanza, y la esperanza hoy es la unidad», enfatizo.

Luiz Inácio –Lula- da Silva, dijo que es tiempo de rescatar el espíritu plural y pragmático que unió a la región a principios de siglo «Si seguimos separados, la comunidad latinoamericana y caribeña corre el riesgo de volver a ser una zona de influencia en una nueva división del mundo entre superpotencias», dijo.

Señaló que América Latina no debe verse perjudicada por la guerra comercial entre EEUU y China, y que no quieren ver una segunda Guerra Fría.

La necesidad del fortalecimiento de la integración fue reclamada también por El presidente de Colombia, Gustavo Petro, quien, en nombre de Colombia, recibió la presidencia pro témpore, del mecanismo, defendió el multilateralismo para enfrentar políticas  que afecten a las naciones de región y otras del mundo.

Al cierre de la IX Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y caribeños (CELAC), la Declaración de Tegucigalpa.

La Declaración de Tegucigalpa ratifica la plena vigencia de la denominada Proclama de América Latina y el Caribe como Zona de Paz. Esta tiene como base el respeto a los propósitos y principios de la Carta de la Organización de las Naciones Unidas y del Derecho Internacional, la cooperación internacional, la democracia y el Estado de Derecho, el multilateralismo, la protección y promoción de todos los derechos humanos. el respeto a la autodeterminación, la no injerencia en los asuntos internos, la soberanía y la integridad territorial.

República dominicana, debe hacer suyos los pronunciamientos de esta cumbre y redoblar esfuerzos a fin de que se hagan realidad los fines y propósitos de ese espacio de integración regional.

Formular y aplicar una política exterior que corrija las deficiencias; acrecentando y consolidando las relaciones de amistad, comercio y cooperación, con nuestras naciones hermanas contribuyendo así al abordaje con éxito de los desafíos presentes y futuros, para promover el progreso económico, social y político de nuestro pueblo.