jueves, 26 de diciembre de 2024

Santiago debe ser escuchado

 

Santiago debe ser escuchado


Por Carlos Checo Estrella

Desde hace décadas Santiago ha reclamado una mayor inversión en su territorio que ayude a lograr avances económicos y sociales, que redunden en bienestar para su gente

A partir del 1997, Santiago inició la planificación estratégica, diseñando planes y propuestas para desarrollar Santiago, que no han recibido el pleno respaldo del gobierno, que no asigna los recursos necesarios para llevarlos a cabo.

Conseguir un Santiago sustentable, verde y amigo del Yaque pasa por el rescate integral del Río Yaque del Norte.

Rehabilitar, sanear, preservar ese componente esencial para la vida de Santiago, es la prioridad número uno de Santiago.

Para ello se diseñó el Plan Vive el Yaque, una iniciativa en pro de la Recuperación Urbana Ambiental del río. Esta propuesta no se ha desarrollado, ya que se está en espera del visto bueno del gobierno para el financiamiento del Banco interamericano de Desarrollo.

Este proyecto busca mitigar riesgos por inundaciones, valoriza activos ambientales y revitaliza el hábitat urbano.

Contempla la construcción de un nuevo alcantarillado pluvial en el polígono central de Santiago. Se han diseñado dos diques de protección en los sectores de Bella Vista y Rafey, comunidades afectadas por crecidas del río.

En procura de la transformación urbana de la ciudad se han concebido dos parques uno urbano y otro natural, además de un mirador, entre otras obras imprescindibles.

Las actuales autoridades de la nación recibieron del Consejo de Desarrollo Estratégico un detalle de las obras e intervenciones que requiere la urbe para mejorar su articulación, vertebración y sostenibilidad. El proyecto en cuestión fue elaborado por más de 62 organizaciones, bajo asesoría de organismos internacionales.

Entre esas obras, plantean el Rescate urbano ambiental del Yaque del Norte y el Plan de Movilidad Urbana Integral.

En Santiago el gobierno ha improvisado ejecutando obras, no prioritarias, que no resuelven los graves problemas de la ciudad. Contraviniendo la Ley 498-06, sobre Planificación e Inversión Pública, cuyo Artículo 3-C dice que: “Las políticas y objetivos contenidos en los planes deben procurar la satisfacción de las demandas de la sociedad y el logro de los impactos previstos sobre las necesidades insatisfechas.”

Ahí están en ejecución un obsoleto monorriel y un teleférico macondiano, totalmente desvinculado de las propuestas para la movilidad sostenible en Santiago. Mientras tanto, no se construyen las vías y puentes prioritarios.

Santiago sigue con grave deficiencia en el suministro de agua potable y energía eléctrica. Santiago continúa con problema grave de drenaje pluvial y sanitario.

Sigue con 50 áreas vulnerables. 100 cañadas contaminadas, el Yaque del Norte, cada vez más famélico y degradado; las comunidades rurales incomunicadas por caminos vecinales en mal estado.

El Plan Integral de Movilidad Sostenible (PIMUS), consensuado por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) con el empresariado, la sociedad civil y el Ayuntamiento de Santiago señala las obras prioritarias que Santiago requiere para mejorar su articulación, vertebración y sostenibilidad.

El Plan Estratégico “Santiago 2030”, sugiere la adquisición de una flota de 339 autobuses híbridos y 225 con capacidad de 90 pasajeros y 84 de 60 pasajeros, así como la realización de obras de infraestructuras viales.

Las obras propuestas son: Concluir la circunvalación Mirador del Yaque en continuidad de la Circunvalación Luís Crouch Bogaert, construir una red de puentes sobre el río Yaque del Norte en especial el puente que une los distritos municipales de Hato del Yaque y la Canela con Villa González, un puente que dé continuidad a la avenida Las Carreras con la circunvalación Mirador del Yaque, vía la Otra Banda; también el puente que une Bella Vista con la avenida Francia.

Santiago sabe lo que quiere y necesita que el gobierno apoye sus aspiraciones en el camino de ser una ciudad sustentable, verde y amiga del Yaque.

 

 

 

Agua Salud y desarrollo en República Dominicana

 

Agua Salud y desarrollo en República Dominicana



Por Carlos Checo Estrella

República Dominicana tiene que enfrentar sin mayor dilación el grave problema que constituye el precario servicio de acceso al agua potable y saneamiento.

Las soluciones de esos problemas no pueden postergarse, ya que constituyen una seria amenaza para la salud de los dominicanos y un obstáculo para la conquista del desarrollo y la superación de la pobreza.

El agua es un elemento renovable, limitado, insustituible e indispensable para nuestra existencia. Sin ella no es posible la vida, ni animal ni vegetal. Es el componente mayoritario en la estructura y procesos metabólicos de los seres vivos.

Las Naciones Unidas declararon el acceso al agua como un Derecho Humano.

El acceso al agua potable es una necesidad básica del ser humano y vital tanto desde el punto de vista de la salud, social y económico.

El agua resulta vital a la hora de reducir la carga de enfermedades y para mejorar la salud, el bienestar y la productividad de las poblaciones

La Asamblea General, reconoció el derecho de todas personas a tener acceso a una cantidad de agua suficiente para el uso doméstico y personal (entre 50 y 100 litros de agua por persona y día), segura, aceptable y asequible

El artículo 15 de la Constitución dominicana establece que “el agua constituye patrimonio nacional estratégico de uso público, inalienable, imprescriptible, inembargable y esencial para la vida. El consumo humano del agua tiene prioridad sobre cualquier otro uso. El Estado promoverá la elaboración e implementación de políticas efectivas para la protección de los recursos hídricos de la nación.”

De igual forma, el artículo 61 incluye el acceso al agua como parte de los derechos fundamentales de los dominicanos.

En los albores del año veinticinco del siglo veintiuno en República Dominicana no está garantizado el acceso universal a servicios de agua potable y saneamiento.

En nuestro país el servicio de agua potable es deficiente y se sirve agua de mala calidad.

El servicio de agua potable se caracteriza por ser intermitentes, limitados a pocas horas a la semana.

Aquí se pierde más del 65% del agua servida por los acueductos.

Nueve de cada 10 habitantes de las ciudades utilizan agua embotellada como fuente de agua potable.

 “El 40% de los hogares más vulnerables destina un 12% de sus ingresos a adquirir agua y, de ese porcentaje, un 95% es para agua embotellada que compra a empresas privadas”.

Lo óptimo, según investigaciones, es que se destinen un 5% de los gastos del hogar a servicios de agua y saneamiento”, sostienen especialistas del Banco Mundial

A pesar de los claros beneficios para el desarrollo humano, República Dominicana no destina recursos suficientes para alcanzar metas de bienestar en materia de agua y saneamiento.

Pese a que en el acápite 2.5.2, de la Estrategia Nacional de Desarrollo llama a “Garantizar el acceso universal a servicios de agua potable y saneamiento, provistos con calidad y eficiencia”.

Tenemos un alto déficit de saneamiento de aguas residuales el promedio del país de alcantarillado sanitario es de un 8%, el 15% del Distrito Nacional tiene un 15%

En República Dominicana solo un 10 % de las aguas residuales son recolectadas,

Constituye una fuerte agresión ambiental el hecho de que las aguas no tratadas sean vertidas a los cursos de agua y al subsuelo, ya que contaminan las aguas de ríos, arroyos y las aguas subterráneas.

El 95% de las aguas residuales se descargan sin tratamiento, en cañadas, ríos y al subsuelo.

El saneamiento deficiente, provoca brote de enfermedades que multiplican los gastos médicos.

Para resolver los problemas del sector agua y lograr la cobertura universal de servicios de agua potable y saneamiento, se debe adopta un plan estratégico de acción, que propicie el establecimiento de un modelo de gestión sostenible, que garantice disponer de agua en calidad y cantidad adecuadas.

Se hace obligatorio mejorar la gestión y distribución de los recursos hídricos, incluyendo la inversión en infraestructura y de tecnología para la captación, almacenamiento y tratamiento de agua.

Para alcanzar el objetivo de uso racional y sostenible del agua hay que dirigir esfuerzos hacia un cambio de conducta, con una nueva Cultura del Agua enfocada en la protección, la calidad y uso racional

Es imperativo Iniciar la elaboración y pronta ejecución, de un plan integral para la conservación del agua, su gestión racional y eficiente que ayude a preservar la cantidad y calidad del agua que demanda el desarrollo sostenible de la nación.

 

 

martes, 24 de diciembre de 2024

Navidad: fiesta de la humanidad de Dios y de la comensalidad humana

 

Navidad: fiesta de la humanidad de Dios y de la comensalidad humana