Democracia y desarrollo en República Dominicana
Carlos Checo
Estrella
En RD existe una alta desigualdad y mucha pobreza que impiden
a las mayorías tener una vida digna.
Desde tiempos coloniales prevalece una injusta
distribución de las riquezas y las oportunidades.
Hay mucha
desigualdad entre personas, regiones y provincias
A 63 años del término de la dictadura, aún sigue pendiente la
consolidación de la democracia, la plena vigencia del Estado de Derecho y el
fortalecimiento de la institucionalidad democrática
Nuestra sociedad tiene grandes, retos construir mayor equidad
en medio de grandes injusticias y desequilibrios.
En República Dominicana hay una excesiva concentración de la
renta y las oportunidades en el Distrito Nacional.
Impera una
estructura económica social que genera pobreza y desigualdad. Que sólo
beneficia a un sector minoritario que concentra el poder político, económico y
social, privilegiado con una cada vez más alta concentración de las riquezas y
las oportunidades de desarrollo en pocas manos
El problema dominicano no es de
falta de recursos, si no de inequidad y calidad de gasto
El Estado dominicano se ha
caracterizado por un gran desorden en las instituciones, desviación de fondos,
desperdicio del gasto público, inequidad y falta de transparencia. Lo que llega
a las provincias y municipios en forma de desarrollo es mínimo.
Para crecer y lograr el desarrollo y bienestar de la nación
hay que propiciar una mayor equidad, distribución del ingreso y la igualdad de
oportunidades. Solo así, y no de otro modo, mejoraremos los índices de
desarrollo humano y alcanzaremos los Objetivos de Desarrollo Milenio.
Se hace necesario superar el modelo económico social que
distribuye de manera desigual las riquezas y las oportunidades.
Urge
desterrar la visión patrimonialista que ve el Estado como un lugar para sacar
beneficios particulares.
Hace falta una regeneración de la política, convertir el
Estado en un promotor del bienestar y desarrollo de todos.
Urge corregir asimetrías, avanzar en el combate a la pobreza
y la desigualdad
No posterguemos organizar nuestras vidas y construyamos
sociedades cohesionadas, sostenibles, seguras, prósperas y solidarias.
Transformar nuestro modelo económico para hacerlo incluyente,
promotor de igualdad, preservando el ambiente.
Para enfrentar con mejor éxito la
crisis económico social de República Dominicana, necesitamos políticas públicas
que propendan a reducir vulnerabilidades, pagar la gran deuda social con el
área rural y en construir una economía que reduzca la pobreza y la desigualdad,
creando oportunidades de progreso y bienestar para todos.
Es necesario una mejor asignación
de recursos a las comunidades y sobre todo para revertir la inequidad
territorial.
Aplicar políticas que construyan
acceso a oportunidades de desarrollo y bienestar.
No hay razón alguna para seguir
desconociendo el valor de un instrumento para el desarrollo y bienestar como es
la Estrategia Nacional de Desarrollo.
La Estrategia Nacional de Desarrollo define qué país deseamos
tener los dominicanos para el año 2030. Aspira a la construcción de un país
próspero, de una democracia participativa y a la justicia social, es un diagnóstico
de nuestra realidad y de las prioridades a satisfacer.
Si hacemos conciencia del rol del Estado en naciones pobres,
lograremos grandes cosas.
La Constitución establece que el Estado debe estar
al servicio del bien común.
Gobernar debe ser un acto consciente de servicio público,
construyendo bienestar y desarrollo; reduciendo asimetrías entre personas,
comunidades y regiones.
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